¿Sabías que las células madre pueden formar hasta 10.000 células más? Es un proceso de regeneración constante, ya que cada una alcanza a vivir aproximadamente 21 días. En estos completa el trayecto desde las capas más profundas hasta la epidermis, en donde mueren protegiéndote de las agresiones externas. Estas células son el motor de la renovación constante y necesaria de tu piel. 

Con el paso de los años, la actividad de las células madre disminuye. Esta ausencia se hace evidente más o menos entre los 35 y 40 años. Esto se debe a que la regeneración puede tardarse incluso el doble de lo que se tardaba antes. Es entonces cuando empezamos a notar los   primeros efectos del envejecimiento: piel más fina y delicada, flacidez y arrugas, falta de luminosidad…  Todo se resume en una piel más sensible.  

También hay quienes se hacen la pregunta sobre si es aceptable y necesario realizar un tratamiento de regeneración de células madre antes de los 40 años. La respuesta es que no, no es necesario, pero se puede hacer en casos extremos. Por ejemplo, puede servir como un complemento a tratamientos de peeling, ya que en estos procedimientos se eliminan demasiadas células y la piel puede quedar lastimada. Esto ocasiona que la regeneración de las células sea más tardía. 

Este tratamiento puedes conocerlo en las siguientes líneas de cuidado facial: 

Eternal:   esta es la línea antiedad, compuesta por liposomas procedentes de células madre de origen vegetal. Estas actúan sobre las células de tu epidermis para que produzcan mayor cantidad de sustancia vital dérmica. Su función es rellenar arrugas, reafirmar la piel y aportar luminosidad al rostro. 

Timeless Prodigy:   este tratamiento   es el ideal para luchar de manera global y definitiva en contra de los signos del envejecimiento de la piel. Su formulación tecnológica contiene el poder revitalizante de 50 millones de células madre de rosa damascena. Además, combinadas con otros 10 potentes activos, eliminan manchas, arrugas y flacidez. También hidratan la piel en profundidad. Sabemos que puede parecerte magia, pero no, no es magia, es realmente la ciencia en tu piel.